domingo, diciembre 19, 2010

Inflacion: la argentina quedo otra vez entre los peores del mundo

Inflación: la Argentina quedó otra vez entre los peores del mundo

18/12/10 Con 24% en 2010, estará segunda detrás de Venezuela. Supera a Guinea y Eritrea.
La suba de precios que registrará este año la Argentina la ubica en un lugar indecoroso . Escoltará a Venezuela en el top ten mundial de la inflación , pero compartirá esa lista con varios de los países más pobres del mundo , cuyas economías apenas superan la línea de subsistencia y los ingresos per cápita son de los más bajos del mundo. En esa lista aparecen, por ejemplo países Guinea, Congo, Eritrea o Sierra Leona .
Con una inflación estimada en torno al 24% para este año –nadie toma seriamente el 10/11% que registrará el INDEC al cabo de 2010– la Argentina es uno de los 19 países que este año registrarán una inflación de dos dígitos .
Casi todo el grupo que acompañan a Venezuela y Argentina son países pobres o muy pobres. Para el caso argentino, tal como el año pasado, se tomó la inflación que registra la consultora Miguel Bein & Asociados. Hay mediciones privadas que dan una inflación aún mayor.
La performance de la Argentina empeoró este año . En 2009 había resultado el tercer país de más alta inflación, cuando en medio de la crisis mundial registró una suba de precios del 15%. Este año, con la actividad económica a todo vapor, la inflación se disparó 9 puntos más arriba.
Lo notable, para el caso argentino, es que además de tener inflación alta es el único país que oficialmente la niega . Desde el punto de vista estadístico, el INDEC insiste en ver la mitad o un tercio de lo que ven los privados.
Desde el punto de vista político, los dos funcionarios con responsabilidad directa sobre el tema, el ministro Amado Boudou y la titular del Banco Central de la República Argentina, Mercedes Marcó del Pont , relativizan la gravedad del tema y, además, cuestionan severamente a quienes ponen el tema en la picota.
Boudou será recordado como el ministro de economía que aseguró que la inflación en la Argentina es solo un problema de los más ricos.
Pero tal vez más grave es lo de Marcó del Pont , que directamente considera que las políticas monetarias que aplica desde el Banco Central no tienen nada que ver con la suba de los precios .
Y más grave aún es el hecho de que la inflación es más alta todavía en los productos básicos que consumen los sectores de menores ingresos. Todas las mediciones privadas aseguran que la inflación de alimentos es el doble de la inflación promedio, acercándose al 40 por ciento anual .
Con la mira puesta en generar el mayor crecimiento económico posible, el Gobierno sigue aferrado a la política de tipo de cambio alto . Esto lleva al Banco Central a comprar más dólares, una estrategia que se vio agudizada este año por la necesidad de reponer las reservas que se utilizan para pagar los vencimientos de los bonos en dólares. Esto significa una emisión indiscriminada de pesos que desbordó a mitad de año el programa monetario, lo que obligó a una corrección de las metas monetarias que, cerca de fin de año, volverán a ser superadas.
Lo cierto es que en este contexto las políticas sociales pierden impacto . El poder de compra de la Asignación Universal por Hijo se reduce mes a mes.
El estallido de los últimos días en Soldati tal vez sea, en parte, emergente de cómo impacta la inflación en los más pobres.

El ranking de los peores

martes, diciembre 14, 2010

viernes, diciembre 10, 2010

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La crisis en la educación / Entrevista con el autor de ¡Basta de historias!

"Defender la universidad pública gratuita es penalizar a los pobres"
Patricio Bernabé
Patricio Bernabé
LA NACION
En su último libro, ¡Basta de historias! , desmenuza el éxito que han tenido varios países del mundo para llevar adelante mejoras en la calidad educativa. Realizó cientos de entrevistas, comparó sistemas de enseñanza y analizó resultados. Todo ello lo lleva a sostener que en la Argentina y en la región la solución a los problemas educativos "no va a venir de los gobiernos ni de los políticos, sino de la presión social".
De visita en el país, el periodista Andrés Oppenheimer, columnista de La Nacion, dijo además que la universidad pública gratuita en definitiva "penaliza a los pobres", ya que son ellos los que terminan subvencionando "los estudios de los más ricos", y que los magros resultados de la Argentina en el reciente estudio PISA serían "un escándalo" en otro país.
-Apostar a la educación parece ser la mejor receta, ¿por qué entonces tantos países en nuestra región no lo consideran una prioridad?
-En la Argentina, como también en el resto de América latina y en Estados Unidos, todo parece estar centrado en la economía, y el crecimiento económico por sí solo no va a resolver el problema de la pobreza si no viene acompañado de una mejora en la calidad educativa. Tenemos que poner la educación en el centro de la agenda política de nuestros países. Es lo único que nos va a sacar de la mediocridad y la pobreza.
-¿Hay una salida para que los gobiernos cambien su actitud?
-La solución no va a venir de los gobiernos ni de los políticos, por más bienintencionados que sean, porque piensan en metas a cuatro años, en plazos electorales, y la inversión en calidad educativa, en formación docente, rinde frutos en 10 o 15 años. Ellos nunca van a invertir en aquellas cosas que no salen en la foto. Van a invertir en un puente, en un camino. La solución tiene que venir de la presión social, como ocurrió en Brasil. Allí, los grandes empresarios se juntaron con los dueños de los principales medios de comunicación, con actores, deportistas y crearon un movimiento unificado de presión al gobierno y los sindicatos, para que se invierta en la calidad educativa. Se fijaron metas muy concretas y medibles en el tiempo e hicieron una campaña pública impresionante. Tuvo un éxito extraordinario, a tal punto que el gobierno de Lula tuvo que adoptar el programa. En muchos de nuestros países, cada empresario tiene una fundación, lo que es muy loable, pero hay que tener un mensaje unificado, no esfuerzos dispersos.
-Para mejorar la educación los docentes deben estar bien pagos, en eso la sociedad está de acuerdo, pero la constante metodología del paro y de las movilizaciones termina a veces por cansar...
-En Finlandia, país que obtiene los primeros lugares en todos los tests educativos internacionales de la secundaria, para aspirar a ser maestro tenés que tener las más altas calificaciones en la escuela secundaria, es decir, ingresan los mejores. Se rinde un examen para entrar al magisterio. Y una vez que se egresa, se paga según el mérito del profesor en el aula. Si los alumnos obtienen buenas calificaciones en los tests evaluativos comparativos, ese maestro va a ganar más que aquel cuyos alumnos tienen peores calificaciones. La Argentina gasta más del doble que China en educación en comparación con su PBI, pero China está obteniendo mejores resultados, porque es mucho más exigente. En Japón el año escolar tiene 243 días, en Corea del Sur 220, en la Argentina 180... y si contamos los paros a veces son 160 o 140. ¿Cómo vas a competir así en el mundo? Y eso sin contar la jornada escolar. He visto a chicos en China, Corea, Singapur o la India que asisten a institutos nocturnos de apoyo a las 9 de la noche para poder sacarse mejores notas. El tema no es gastar, sino gastar bien.
-Un punto conflictivo en la Argentina es el de la universidad pública gratuita. ¿Debe seguir así?
-Yo no puedo decir qué receta hay que aplicar, pero en países muy diferentes ideológicamente, como China, Chile, Singapur y la India, que avanzan muchísimo en materia en educación, ciencia, tecnología, y también en reducir la pobreza, cobran a los estudiantes que pueden pagar, para subvencionar a los que no pueden. El argumento de la universidad gratuita y para todos era válido hace cien años, cuando los gobiernos y sus brazos impositivos no sabían cuánto dinero tenía el contribuyente. Hoy en día está todo registrado. Muchos chicos han asistido a secundarios donde la cuota es de 4000 pesos, pero luego entran a la universidad y no pagan nada. Defender la universidad gratuita para todos, entre ellos los ricos, es penalizar a los pobres, a los que estudian y también deben trabajar y terminan abandonando los estudios. Habría que cobrarles a los que pueden pagar para ayudar a los otros.
-¿Qué reflexión cabe después de observar los resultados obtenidos por la Argentina en el estudio PISA, que la muestra cada vez más relegada?
-Eso debería ser un dato movilizador. En cualquier país del mundo sería un escándalo, porque eso es lo que va a definir si la Argentina va a ser un país del primer mundo de aquí a 20 años. De todas formas, creo que hay también lugar para el optimismo. Tenemos un potencial enorme en los jóvenes, que permite tener esperanza sobre el futuro.
-En el libro se menciona que la Argentina produce muchos más psicólogos que ingenieros...
-Sí, tal cual, y eso es un disparate. La meta de un país debería ser reducir la pobreza en democracia, y estamos en la era de la economía del conocimiento. Hay países como Finlandia, que ponen cupos para cada carrera. Sin desmerecer a psicólogos o filósofos, quizá la solución esté allí, o en crear una cultura que exalte más a los ingenieros, a los técnicos, a los científicos, que son los que en definitiva hacen avanzar un país. Cualquier chico argentino puede nombrar a los once jugadores del seleccionado de fútbol, pero probablemente no pueda mencionar a un solo científico.
LA NACION
En su último libro, ¡Basta de historias! , desmenuza el éxito que han tenido varios países del mundo para llevar adelante mejoras en la calidad educativa. Realizó cientos de entrevistas, comparó sistemas de enseñanza y analizó resultados. Todo ello lo lleva a sostener que en la Argentina y en la región la solución a los problemas educativos "no va a venir de los gobiernos ni de los políticos, sino de la presión social".
De visita en el país, el periodista Andrés Oppenheimer, columnista de La Nacion, dijo además que la universidad pública gratuita en definitiva "penaliza a los pobres", ya que son ellos los que terminan subvencionando "los estudios de los más ricos", y que los magros resultados de la Argentina en el reciente estudio PISA serían "un escándalo" en otro país.
-Apostar a la educación parece ser la mejor receta, ¿por qué entonces tantos países en nuestra región no lo consideran una prioridad?
-En la Argentina, como también en el resto de América latina y en Estados Unidos, todo parece estar centrado en la economía, y el crecimiento económico por sí solo no va a resolver el problema de la pobreza si no viene acompañado de una mejora en la calidad educativa. Tenemos que poner la educación en el centro de la agenda política de nuestros países. Es lo único que nos va a sacar de la mediocridad y la pobreza.
-¿Hay una salida para que los gobiernos cambien su actitud?
-La solución no va a venir de los gobiernos ni de los políticos, por más bienintencionados que sean, porque piensan en metas a cuatro años, en plazos electorales, y la inversión en calidad educativa, en formación docente, rinde frutos en 10 o 15 años. Ellos nunca van a invertir en aquellas cosas que no salen en la foto. Van a invertir en un puente, en un camino. La solución tiene que venir de la presión social, como ocurrió en Brasil. Allí, los grandes empresarios se juntaron con los dueños de los principales medios de comunicación, con actores, deportistas y crearon un movimiento unificado de presión al gobierno y los sindicatos, para que se invierta en la calidad educativa. Se fijaron metas muy concretas y medibles en el tiempo e hicieron una campaña pública impresionante. Tuvo un éxito extraordinario, a tal punto que el gobierno de Lula tuvo que adoptar el programa. En muchos de nuestros países, cada empresario tiene una fundación, lo que es muy loable, pero hay que tener un mensaje unificado, no esfuerzos dispersos.
-Para mejorar la educación los docentes deben estar bien pagos, en eso la sociedad está de acuerdo, pero la constante metodología del paro y de las movilizaciones termina a veces por cansar...
-En Finlandia, país que obtiene los primeros lugares en todos los tests educativos internacionales de la secundaria, para aspirar a ser maestro tenés que tener las más altas calificaciones en la escuela secundaria, es decir, ingresan los mejores. Se rinde un examen para entrar al magisterio. Y una vez que se egresa, se paga según el mérito del profesor en el aula. Si los alumnos obtienen buenas calificaciones en los tests evaluativos comparativos, ese maestro va a ganar más que aquel cuyos alumnos tienen peores calificaciones. La Argentina gasta más del doble que China en educación en comparación con su PBI, pero China está obteniendo mejores resultados, porque es mucho más exigente. En Japón el año escolar tiene 243 días, en Corea del Sur 220, en la Argentina 180... y si contamos los paros a veces son 160 o 140. ¿Cómo vas a competir así en el mundo? Y eso sin contar la jornada escolar. He visto a chicos en China, Corea, Singapur o la India que asisten a institutos nocturnos de apoyo a las 9 de la noche para poder sacarse mejores notas. El tema no es gastar, sino gastar bien.
-Un punto conflictivo en la Argentina es el de la universidad pública gratuita. ¿Debe seguir así?
-Yo no puedo decir qué receta hay que aplicar, pero en países muy diferentes ideológicamente, como China, Chile, Singapur y la India, que avanzan muchísimo en materia en educación, ciencia, tecnología, y también en reducir la pobreza, cobran a los estudiantes que pueden pagar, para subvencionar a los que no pueden. El argumento de la universidad gratuita y para todos era válido hace cien años, cuando los gobiernos y sus brazos impositivos no sabían cuánto dinero tenía el contribuyente. Hoy en día está todo registrado. Muchos chicos han asistido a secundarios donde la cuota es de 4000 pesos, pero luego entran a la universidad y no pagan nada. Defender la universidad gratuita para todos, entre ellos los ricos, es penalizar a los pobres, a los que estudian y también deben trabajar y terminan abandonando los estudios. Habría que cobrarles a los que pueden pagar para ayudar a los otros.
-¿Qué reflexión cabe después de observar los resultados obtenidos por la Argentina en el estudio PISA, que la muestra cada vez más relegada?
-Eso debería ser un dato movilizador. En cualquier país del mundo sería un escándalo, porque eso es lo que va a definir si la Argentina va a ser un país del primer mundo de aquí a 20 años. De todas formas, creo que hay también lugar para el optimismo. Tenemos un potencial enorme en los jóvenes, que permite tener esperanza sobre el futuro.
-En el libro se menciona que la Argentina produce muchos más psicólogos que ingenieros...
-Sí, tal cual, y eso es un disparate. La meta de un país debería ser reducir la pobreza en democracia, y estamos en la era de la economía del conocimiento. Hay países como Finlandia, que ponen cupos para cada carrera. Sin desmerecer a psicólogos o filósofos, quizá la solución esté allí, o en crear una cultura que exalte más a los ingenieros, a los técnicos, a los científicos, que son los que en definitiva hacen avanzar un país. Cualquier chico argentino puede nombrar a los once jugadores del seleccionado de fútbol, pero probablemente no pueda mencionar a un solo científico.

Un voto cantado para la señora presidenta

Carlos M. Reymundo Roberts
LA NACION
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Estoy feliz: por primera vez en mi vida, un año antes de las elecciones ya sé por quién voy a votar. Votaré por la Presidenta. Sí, decididamente, quiero su reelección. Y ojo que lo mío no es conmiseración, mucho menos descarte y tampoco es voto-cuota, si bien, como cualquier argentino medio, he cambiado la heladera, la PC y el televisor gracias a esos magníficos planes de 60 cuotas fijas. El mío es un voto meditado, positivo, convencido e incluso entusiasta. La quiero a ella y quiero que gane.
¿De dónde me viene este repentino kirchnerismo, esta súbita conversión a la causa cristinista? Pues me viene del último mes. Repasemos:
1) La señora -es decir, mi Presidenta- ya acordó una negociación con el Club de París para saldar la deuda y que el país vuelva a los mercados y vuelva a ser confiable para los inversores; eso significa que no va a darse un atracón con otra caja de acá, como le gustaba a su marido, sino que intenta hacer lo de cualquier país serio: obtener financiación razonable de los que te prestan porque confían en vos; y además quiere salir del default con el Club en seis años, y no repetir aquel absurdo pago al contado al Fondo Monetario Internacional de 2005.
2) La señora ya arregló también con el FMI, que supervisará las cuentas y hará un nuevo índice de inflación (pensar que Néstor le había pagado todo cash precisamente para no tener que pasar por sus auditorías).
3) Mi Presidenta se plantó en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata y logró defender a capa y espada a Estados Unidos, blanco de todos los países alineados con la causa bolivariana; qué alegría me dio comprobar que de un lado estaban la Venezuela de Chávez, la Bolivia de Evo, el Ecuador de Correa y la Cuba de Castro, y, del otro, la Argentina de Cristina, jurándose que toda esa zurda no iba a pasar, y no pasó.
4) Mi Presidenta deja actuar a la Justicia (más que dejarla, la alienta) para que persiga a Moyano por la causa de la mafia de los medicamentos; era hora de que alguien se le plantara a este señor, que con Néstor había adquirido demasiado poder. Las cosas allí están volviendo a su lugar.
5) A la señora no le tembló el pulso para reconocer al Estado palestino, siguiendo a pie juntillas lo que acababa de hacer Brasil. También aquí hay una diferencia con el ancien régime , en el que bastaba que Lula hiciera algo para que la Casa Rosada hiciera lo contrario.
6) La señora sigue atrapada por los discursos, pero ya no usa el micrófono como ametralladora. Se la ve encantada con sus ondas de amor y paz, hablando como quien no se permite bajar al fango de las peleíllas de tablón. Si bien sus discursos no se han convertido en homilías, ha dejado de lado la barricada y no pierde más el tiempo con esos terribles y permanentes ataques a los diarios, que hablaban mucho peor del atacante que de los diarios.
7) Por primera vez en siete años de kirchnerismo, la oposición acaba de ser invitada a un acto oficial (el anuncio del hallazgo por parte de YPF de un nuevo yacimiento de gas). ¿Cristina en una foto con Macri? ¿Cuánto hace que no está Néstor: un mes o un año?
8) Daniel Scioli obtuvo el permiso de Olivos para organizar un imponente quincho en su residencia oficial de La Plata, al que asistieron Moyano y 200 dirigentes del PJ bonaerense (intendentes, ministros, legisladores, concejales?). Como dijo un malvado, hasta hace unas semanas Scioli "no podía organizar un té canasta". La señora no es el señor: deja que los políticos hagan política.
9) El Gobierno se propone autorizar el aumento de tarifas de servicios públicos, una herejía antes de la partida del ex presidente.
(La décima razón es absolutamente personal, y por eso la pongo entre paréntesis: debo reconocer que me ganaron los bloggeros K. Después de meses, años, de ser hostigado, maltratado y humillado por cada nota que escribía, ahora quiero un poco de paz; quiero leer tranquilo los foros, y que mi familia también pueda leerlos sin asustarse. A partir de esta nota, pido oficialmente que los bloggeros K me consideren un compañero. Y tranquilos, que no pido sueldo.)
Ya se ve, entonces, que mi Presidenta está decidida a hacer las cosas con su estilo, con su impronta, sin importarle un rábano si eso la aparta del credo oficial. Es lo que me gusta: está haciendo lo que ella quiere. Por cierto, algunas de las medidas comentadas, como el sometimiento al Fondo o la defensa irrestricta de los intereses norteamericanos, me parecen excesivamente derechosas. Pero bueno, ya irá encontrando el punto justo.
Por todo eso, yo la voy a votar. ¡Qué alegría, por una vez juego a ganador! Bueno, en realidad no estoy tan seguro. Si la señora sigue así, cada vez más Cristina Fernández y cada vez menos Cristina Kirchner, ¿cuántos kirchneristas la votarán? © La Nacion

lunes, diciembre 06, 2010

La alianza López Murphy-Carrió pone en riesgo el voto de clase alta de Macri

"Una gestión centrada en el marketing y en la propaganda política". Así define Ricardo López Murphy al gobierno que lleva adelante su ex socio político, Mauricio Macri. Lanzado en su propia candidatura a la Jefatura municipal, el economista se dedica, por estos días, a recorrer los barrios porteños.

Pero mientras “el bulldog” conversa con los vecinos de Belgrano, desde la Coalición Cívica, algunos dirigentes ven con buenos ojos la posibilidad de establecer una alianza con el economista. “Si nos asegura doce o trece puntos, por qué no? Hay que esperar y ver qué dicen las encuestas”, le respondió a LPO un legislador porteño. Otro dirigente fue más pragmático: “Si mide diez, no va a haber más opción que acompañarlo”.

La candidatura del “predilecto” de Elisa Carrió, el diputado oriundo de la localidad bonaerense de Azul, Adrián Pérez, se desvaneció por completo cuando el Tribunal Superior de Justicia no avaló su postulación, argumentando que no se encuentra acreditado el requisito de residencia mínima de 5 años en territorio porteño.

Fue entonces cuando empezaron a diseñarse estrategias electorales posibles para que la Coalición, al menos, se pueda mantener en pie en la Ciudad, el territorio que paradójicamente, fue siempre su distrito más fuerte. “López Murphy es serio, es conocido y tiene muy buena relación con Carrió”, evalúan los dirigentes que apuestan a esta opción e incluso especulan con la fórmula “López Murphy-Estenssoro”.

Pero ante esta posibilidad, la pata “progresista” de la Coalición está en llamas y amenaza con romper y migrar hacia el armado de Proyecto Sur. Este sector es el que ahora postula a la diputada Fernanda Reyes (dirigente de la agrupación Jóvenes por la Igualdad) o al presidente del bloque en la Legislatura, Fernando Sánchez como candidatos.

En el caso puntual de Sánchez, quien fogoneó la postulación de Adrián Pérez desde un primer momento, no habría ruptura, el dirigente es un “lilito a ultranza” y terminaría aceptando la decisión de Carrió.

Preocupación en el macrismo

De la boca para afuera, a Ricardo López Murphy, los dirigentes del PRO lo ningunean.
Pero en la intimidad, analizan que la postulación del economista es una muy mala noticia porque les podría sacar una parte importante del electorado tradicional del ingeniero, donde prima la ideología neoliberal.

"Lo de López Muprhy es preocupante, nos saca votos de clase media alta y alta"
reconoció a LPO un dirigente del macrismo.

En un escenario de adelantamiento de elecciones como es el que se está pensando; en el que los porteños podrían concurrir a las urnas en marzo o abril, el factor de que se trate de un candidato con un alto nivel de conocimiento juega mucho más a favor de esta alianza.

Es que el ex ministro de Economía no necesita tiempo para “instalarse” -como si hubiese sucedido con un político del perfil de Adrián Pérez- y esta lectura complica aún más al oficialismo capitalino.
FUENTE: LA POLITICA ONLINE