martes, febrero 15, 2011

DFS. Su encuentro con el Gral San martín

Su encuentro con San Martín

Miguel Angel de Marco
Para LA NACION

 Cuando el transporte de guerra Villarino atracó el 28 de mayo de 1880 en el muelle porteño de las Catalinas trayendo desde Francia los restos mortales de José de San Martín, Domingo Faustino Sarmiento, ataviado con su uniforme de general de brigada, recibió en nombre del Ejército a quien había sido su jefe más insigne.

En aquella ocasión, el viejo luchador subrayó una amarga costumbre argentina: la de proscribir al adversario en los hechos o en la memoria colectiva: "A nombre de la presente generación, recibimos estas cenizas del hombre ilustre, como expiación que la historia nos impone de los errores de la que nos precedió [...] Que otra generación que en pos de nosotros venga no se reúna un día en este mismo muelle a recibir los restos de los profetas, de los salvadores que nos fueron preparados por el genio de la Patria y habremos enviado al ostracismo, al destierro, al desaliento y a la desesperación". Tales palabras resultaban más dramáticas en aquellos días, en que estaba por estallar un nuevo enfrentamiento fratricida para poner fin a la antigua Cuestión Capital de la República.
Sarmiento pertenecía al reducido núcleo de ciudadanos eminentes que habían conocido y dialogado con quien, luego de dar libertad a la Argentina, Chile y Perú, había decidido expatriarse para no desenvainar su sable en las luchas entre hermanos.
Aquel féretro contenía los despojos del anciano que en 1846 lo había recibido repetidas veces en su casa de Grand Bourg. En sus diálogos con el Gran Capitán, el entonces reciente autor del Facundo , enviado a Europa y Estados Unidos por el gobierno de Chile, calibró la grandeza moral de quien había sabido renunciar al poder y la gloria para garantizar el éxito de la independencia americana.
El publicista le hizo saber que un lustro antes había publicado en El Mercurio, de Valparaíso, un artículo sobre el triunfo de Chacabuco con el seudónimo de "Un teniente de Artillería". El vívido relato había obtenido un juicio favorable de uno de los árbitros de las letras de su tiempo: el venezolano Andrés Bello, amigo de Bolívar y afincado definitivamente en Chile.
También hablaron acerca de la participación de los sanjuaninos en esa batalla, entre los que había estado el padre de Sarmiento, don José Clemente, y sobre el segundo jefe del Ejército Argentino-Chileno, Juan Gregorio de las Heras, su antiguo y fiel amigo, que residía en Santiago desde tiempo atrás. Este le había enviado a San Martín por su intermedio un retrato y una carta que contribuyeron a romper el hermetismo del general acerca de episodios de los que había sido el principal protagonista. Por otra parte, el Libertador estaba al tanto de los esfuerzos realizados por su visitante para que el gobierno chileno le devolviera su lugar y sueldo en la lista militar.
La impresión que le causó a don Domingo el viejo soldado se advierte en una carta a su íntimo amigo Antonino Aberastain: "No lejos de la margen del Sena, vive olvidado don José de San Martín, el primero y el más noble de los emigrados [...] Me recibió el buen viejo sin aquella reserva que pone de ordinario para con los americanos en sus palabras, cuando se trata de América. Hay en el corazón de este hombre una llaga profunda que oculta a las miradas extrañas [...] Ha esperado sin murmurar cerca de treinta años la justicia de aquella posteridad a quien apelaba en sus últimos momentos de vida política [...] He pasado con él momentos sublimes que quedarán grabados en el espíritu. Solos, un día entero, tocándole con maña ciertas cuerdas, reminiscencias suscitadas a la ventura, un retrato de Bolívar que veía por acaso; entonces, animándose la conversación, lo he visto transfigurarse".
Sarmiento siguió su recorrida por otros países de Europa para volver nuevamente a Francia en junio de 1847. Escritor compulsivo e incansable, no sólo registraba puntualmente sus impresiones, gastos y aventuras en su Diario de Viaje , sino que por entonces borroneaba su discurso para incorporarse como miembro correspondiente al Instituto Histórico de Francia. Su disertación se refirió a los vínculos entre San Martín y Bolívar, y al renunciamiento del primero luego de la entrevista de Guayaquil.
Entre los asistentes a la solemne sesión se hallaba el propio Libertador, quien escuchó las expresiones de Sarmiento cuando se ocupó del célebre encuentro. Con vigorosa elocuencia trazó un paralelo entre el argentino y el venezolano. Mientras, según el nuevo académico, el primero era el paradigma del patriota grande y desinteresado que había sacrificado sus ambiciones personales en pos de cerrar el ciclo de la independencia, el segundo representaba el egoísmo y la obsesión por el poder sin límites.
La presencia de San Martín constituía un aval tácito a las manifestaciones de Sarmiento, por lo que no pocos historiadores consideraron el discurso de París como una de las piezas fundamentales para sostener la teoría del renunciamiento.
Don Domingo volvió a Grand Bourg el 18 de julio de 1847, antes de continuar su camino, angustiado por el modo con que se le escurría de las manos el escaso dinero de que disponía.
El Libertador lo recibió en compañía de su hija Mercedes, de su yerno, Mariano Balcarce, y de sus nietas, y le obsequió, como recuerdo, una hoja con su autógrafo y el de los demás miembros de su familia. En ella San Martín escribió un adagio de De Weiss: "Un prejuicio útil es más razonable que la verdad que lo destruye".
Cuando don Domingo volvió a Chile, manifestó de distintos modos su fervor hacia la figura del héroe, y al regresar a la patria, tras la caída de Rosas, promovió desde la función pública la valoración del prócer de dimensión americana.
En el bicentenario del nacimiento del gran hacedor de la nación organizada es justo vincular su recuerdo con el del hombre que tanto admiró. Sobre todo porque la memoria de Sarmiento sufre hoy esa especie de ostracismo al que aludió en su discurso, y que se refleja en la casi nula repercusión en estos días del singular acontecimiento que significó para la Argentina el que hubiera visto la luz un hombre de su talla.
© La Nacion
El autor es director del Departamento de Historia de la UCA y miembro de número ?de la Academia Nacional de la Historia

El reconocimiento, pero también la mirada crítica

Sarmiento fue en las letras un espíritu libre; en lo político, un liberal, y en la intimidad un libertino. A mucha honra ". FEDERICO ANDAHAZI .Escritor
"Su frase ' las contradicciones se vencen a fuerza de contradecirse' guía la militancia en tiempos adversos ". LUIS ALBERTO ROMERO.Historiador
"Domingo Faustino Sarmiento es el más grande escritor argentino junto con Jorge Luis Borges ". LUIS GREGORICH. Historiador
"Leer la obra de Sarmiento es imprescindible para conocer el país y comprender cuánto le debemos ". MARIA SÁENZ QUESADA. Historiadora
"Su contribución a la educación fue tan importante y decisiva que invita a mirar con otros ojos sus evidentes errores". JUAN LLACH. Sociólogo y economista

El soñador sigue soñándonos Ricardo Gil Lavedra Para LA NACION

Excede los límites de esta columna reflexionar sobre las facetas de la vida y de la vasta obra del autor del Facundo , a quien, como a aquel personaje de Terencio, nada de lo humano le fue ajeno. Sarmiento combatió tempestuosamente por sus ideas sin dar ni pedir tregua. Se le pueden reprochar errores y arbitrariedades, simplificaciones e injusticias, pero quienes critiquen tal o cual párrafo de una producción escrita cuya magnitud es difícil de concebir deben tener en cuenta que su autor no fue un sereno analista de la realidad, sino un luchador. Paul Groussac lo llamó "el formidable montonero de la batalla intelectual".
¿Cuáles fueron los propósitos fundamentales de esa batalla? El progreso, la civilización, la república democrática, a la manera norteamericana, y, sobre todo, la educación popular. Otros aspectos de sus ideas se prestan más fácilmente a la polémica, pero su obsesión educativa mantiene su lozanía. El eje de su concepción fue la escuela elemental, destinada a todos los habitantes. Hoy nos resulta natural que así sea, pero a mediados del siglo XIX la enorme mayoría de la población, en todo el mundo, era analfabeta. Casi nadie compartía esa impaciencia de Sarmiento por la alfabetización universal. Alberdi, tan lúcido en otras cuestiones, le asignaba una importancia menor, por ejemplo, que a los hábitos de trabajo, y no creía, como Sarmiento, que las mujeres debieran tener la misma educación que los hombres.
La educación popular era el medio indispensable para crear al ciudadano. Al regresar a Buenos Aires de los Estados Unidos, para asumir la presidencia, declaró en el puerto: "Vengo de un país donde la educación lo es todo. Y por ello allí hay democracia". Es la premisa esencial de su obra, profundamente progresista en el mejor sentido del término, que produjo por muchos años un país pujante, con una extendida clase media y una movilidad social que ubicaba a la Argentina entre las naciones más avanzadas del mundo.
Sarmiento fue el adalid de esa idea, por la que bregó desde su juventud, enseñando, creando un método de lectura gradual, estudiando los sistemas educativos en Europa y en los Estados Unidos, fundando escuelas, trazando planes de enseñanza e impulsando, en los años finales de su vida, la sanción de la ley 1420, de educación laica, gratuita y universal.
La Argentina del siglo XXI es muy distinta de aquella que Sarmiento, como pocos, ayudó a construir. Las soluciones a los problemas de su tiempo, que el Maestro de América imaginó con un sentido de inaudita modernidad, no podrían aplicarse tal cual fueron concebidas. Pero la recuperación del espíritu que las originó es ahora, más que una opción, un deber moral. Tenemos que lanzarnos colectivamente a una revolución educativa porque la educación popular es, como lo intuyó Sarmiento, el único camino para el progreso social y para alcanzar una democracia de ciudadanos. El reto es la expansión de la educación elemental y la calidad de la educación, que es, en una economía global del conocimiento, la llave contra la desigualdad. Podremos decir, parafraseando a Borges: "Sarmiento el soñador sigue soñándonos".
El autor es constitucionalista y diputado nacional

Domingo Faustino Sarmiento / Bicentenario (1811-2011)

Fuente: La Nación. Buenos Aires. Argentina.
Alejandra Rey
LA NACION
A 200 años de su nacimiento, la vigencia del legado de Domingo Faustino Sarmiento permanece casi intacto si de progreso, república democrática y excelencia educativa para todos los niveles se trata. "Sarmiento es un hombre con mucha mística que vivió en el siglo XIX y fue un visionario del siglo XXI. Asombra la vigencia de su pensamiento y de su conducta ética", resume la historiadora Felicitas Luna al referirse al "maestro de América", que hoy será recordado con distintas ceremonias en todo el país.
Historiadores, políticos, sociólogos y escritores coinciden en pleno siglo XIX en destacar la figura de Sarmiento, que en su larga vida -murió los 77 años- brindó al país ideas modernas sobre infraestructura y sobre educación, pilares para el desarrollo del país. Para el historiador Rodolfo Terragno, "hay que hacer como los cartoneros, que revuelven la basura para encontrar lo mejor. El basurero de la Historia está lleno vicios y pecados de los próceres. Pero, en el caso de Sarmiento, sólo cabe sacar de la bolsa su monumental y vigente concepto de la educación popular".
El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, encabezará hoy los actos que conmemorarán los 200 años del nacimiento de Sarmiento. Será, a las 9, frente a la casa donde nació, el 14 de febrero de 1811 (fue bautizado el 15). Participarán el gobernador de San Juan, José Luis Gioja; el ministro de Educación de Chile, Joaquín Lavín, y 4000 abanderados de escuelas de esa provincia y de otras fundadas por Sarmiento en el país.
El gobierno porteño realizará un acto en la plaza Sicilia, en las avenidas del Libertador y Sarmiento, a las 11.15, encabezado por el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Educación, Esteban Bullrich.
En rigor, el sanjuanino recibirá honores en todo el país y en el exterior, como en Chile (donde estuvo exiliado gran parte de su vida), en Uruguay (país que adoraba) y en Paraguay, donde murió en compañía de su gran amor, Aurelia Vélez Sarsfield. Por ella sabemos que todo sucedió en un pequeño cuarto de hotel de Asunción y que una de sus últimas frases fue: "Siento que el frío del bronce me invade los pies".
Esta y otras interesantísimas anécdotas están descriptas en el Nuevo diccionario biográfico argentino, de Vicente Osvaldo Cutolo. Allí también se describe el encuentro de Sarmiento con José de San Martín en Francia, en 1846. Un año después, cuando fue nombrado integrante del Instituto Histórico de Francia (uno de los idiomas a los que se tradujo Facundo), pronunció una conferencia sobre San Martín y Bolívar donde, según Cutolo, "reveló el secreto de Guayaquil, es decir, los antecedentes y las consecuencias de la famosa entrevista obtenidos en sus largas charlas con el Libertador".
Ayer, Bullrich dirigió un comunicado a los maestros y alumnos, en el que detalla: "Sarmiento y educación son sinónimos. Porque mientras su historia de político y gobernante puede discutirse, el educador debe vivir en el respeto de todos. En este aniversario hay dos aspectos excepcionales de Sarmiento que quiero señalar. Primero, como creador obsesivo de la escuela pública argentina. Como alguien dijo, en este ideal «acumuló la firmeza de su carácter, la integridad de su honradez y la pujanza de su inteligencia». En segundo lugar, precisamente el tema de la honradez. No concibió gloria ni fortuna sino por los caminos de la rectitud e integridad".
Sarmiento, que vivió casi la mitad de su vida exiliado en Chile, ejerciendo el periodismo, estudiando inglés en soledad, escribiendo libros memorables y viajando por el mundo para traer al país las últimas innovaciones en todo, fue un hombre contradictorio.
Según Cutolo y el invaluable archivo de LA NACION, este héroe indiscutido apoyó la posesión del estrecho de Magallanes a manos de los chilenos y a la vez peleó una guerra sin cuartel contra Juan Manuel de Rosas; fue un estratego fundamental en la historia de la educación nacional mucho antes de ser presidente; abrazó ideologías contradictorias, como unitarios y federales, y creyó en el progreso como un poseso sin sosiego.
Un repaso por su biografía cuenta que supo que había sido elegido presidente de la Nación en la ciudad brasileña de Pernambuco: él volvía de los Estados Unidos y el capitán de un barco de guerra norteamericano le dio la noticia. Para cuando llegó a Bahia, lo recibieron como al primer mandatario argentino, es decir, con la salva de 21 cañonazos.
Sarmiento extendió la red de ferrocarriles, implantó el telégrafo en todo el país y lo puso en comunicación con los Estados Unidos y Europa a través de un cable submarino, mandó abrir caminos, postas, impuso el sistema métrico decimal, promovió la navegación de los ríos, proyectó la construcción del puerto de Buenos Aires, "estimuló el progreso industrial -dice Cutolo- mediante premios e incentivos económicos, alentó la mecanización agrícola, recomendó la introducción de nuevas industrias y la división de latifundios, entre otras cosas".
CRONOLOGIA
  • 1811
    El día de su nacimiento
    Nació el 14 de febrero de 1811 en el barrio Carrascal, de San Juan, pero fue bautizado el 15. Se llamó Faustino Valentín y su madre siempre le dijo Domingo.

  • 1845
    El primer nombre del "Facundo"
    La primera publicación del "Facundo" salió desde mayo hasta junio de 1845 con el título "Civilización y barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga".

  • 1868
    "Qué lejos llegó su Domingo"
    Cuando fue elegido presidente, en 1868, dijo: "Si mi madre pudiera ver qué lejos llegó su Domingo".

  • En Chile
    Los hijos del exilio
    En su primer exilio a Chile tuvo a su hija Ana Faustina, y en su segundo exilio se casó con Benita Martínez Pastoriza y adoptó al hijo de ésta, Domingo, más conocido como Dominguito.

  • 1888
    Al morir supo que trascendería
    "Siento que el frío del bronce me invade los pies", dijo momentos antes de morir en Asunción, Paraguay, el 11 de septiembre de 1888, a los 77 años.

  • 1943
    Institución del Día del Maestro
    En 1943, a 55 años de su fallecimiento, la Conferencia Interamericana de Educación estableció el 11 de septiembre como Día del Maestro.
DIXIT"No conforme con ser el más grande escritor del siglo XIX, Sarmiento sigue planteando interrogantes a la literatura y el ensayo del siglo XX: de Lugones a Martínez Estrada y David Viñas, nadie pudo prescindir de él. Sólo una fórmula simplificadora resume a Sarmiento como figura sencillamente condenatoria, antiargentina o antipopular. Historiadores como Halperin Donghi no sucumben jamás a esa tentación trivial. Sarmiento es un eje en el debate sobre el proyecto para este país. Fue un hombre atravesado por los vientos de su época. Su atracción es sencillamente magnética. El último e inesperado periplo de esa atracción no son las diatribas revisionistas de segunda mano sino el "Himno a Sarmiento" por Kevin Johansen y Pablo Lescano". BEATRIZ SARLO. Historiadora

jueves, febrero 10, 2011

López Murphy cree que un ACyS puede triunfar en varios distritos

López Murphy cree que un ACyS puede triunfar en varios distritos

El ex candidato a presidente dialogó con DdS sobre su intento de reconciliar a los distintos espacios que integraron la coalición electoral en las elecciones de 2009. Aseguró que juntos pueden derrotar al oficialismo en el nivel nacional y en municipios como Lomas de Zamora.
Por Juan Bautista Vega
jvega@politicadelsur.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
El ex ministro de Economía del gobierno de Fernando de la Rúa y pre-candidato a jefe de Gobierno porteño por Convergencia Federal, Ricardo López Murphy, justificó su propuesta de recomponer el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) al señalar que “juntos en un mismo frente electoral” tienen mayores “posibilidades que separados”.
En el marco de una charla exclusiva con Diario del Sur, el dirigente surgido de la UCR advirtió que “de otra manera no se puede vencer al oficialismo” en el nivel nacional y remarcó que la reedición del pacto también podría tener repercusiones en varios distritos.
Admitió en este punto ser “consciente” del caso puntual de Lomas de Zamora y remarcó que por eso trabaja en “una convocatoria para volver a conformar el Acuerdo”.
“Sé de ese caso y que también se da un caso similar en el resto del país. Si logramos unirnos se va dar una polarización y ahí cambiarían muchas cosas”, completó.
La intención del fundador de Recrear es reagrupar a la Coalición Cívica, el radicalismo, el GEN y el socialismo en un frente electoral común para hacer frente al kirchnerismo en la próxima compulsa electoral, como en 2009.
Aunque las diferencias de “cartel” que muestran algunos de los protagonistas entre sí hace que la tarea sea, si no imposible, por lo menos muy complicada.
López Murphy consideró en este punto que la división responde “a un diagnóstico erróneo de cuán poderoso es el Gobierno” y no hace más que fortalecer la eventual candidatura de Cristina Fernández de Kirchner.
“Por eso la vuelta del Acuerdo se vuelve esencial para vencer al oficialismo. La separación es celebrada (por la Presidenta) porque los beneficia”, completó.
“La unidad debe ser lo primero, después viene la narrativa de las candidaturas. Acá empezamos al revés. Los cuatro (Julio Cobos, Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz y Elisa Carrió) tienen que encontrar un mecanismo de convergencia y después, el 14 de agosto, definir quién es el candidato de la gente en una interna”, agregó.
Ante la consulta sobre el presente de su distrito de origen, Almirante Brown, minimizó la gestión que realizó durante los últimos cuatro años Darío Giustozzi y ató todo logro a los fondos que bajaron de Nación y Provincia para obra pública.
Admitió que “la ciudad de Adrogué está más prolija”, repitiendo el latiguillo de los sectores más críticos al Jefe comunal del distrito, pero enseguida se manifestó desconfiado de que eso se deba a una correcta administración de los recursos.
“Tengo la sensación de que todo el Conurbano vive con la expectativa de cómo va a arreglar el mecanismo que se usó durante los últimos ocho años para sostener la maquinaria política”, expresó, al tiempo que dijo que Brown no escapa de esa lógica y también que está a la espera de ver “si mantiene el nivel de inversiones”.
“Veo que las cosas están un poco mejor, pero sospecho que no se debió a una eficacia en la gestión, sino a que ha tenido más inversiones que en el pasado durante los últimos años”, puntualizó.

jueves, febrero 03, 2011

COPIA OCULTA

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