La Línea Maginot de Kirchner

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LA LINEA MAGINOT DE KIRCHNER A la luz de los acontecimientos de la discusión pública que desató la instrumentación de la disposición 125 referente a las retenciones móviles, emitida por el Ministerio de Economía el pasado 10 de marzo, da la impresión que el presidente del PJ, necesitará, una concepción política similar a la Línea Maginot, ideada por el militar Andrés Maginot (1877-1932) como última defensa francesa, y los que parecen dispuestos a integrar esa defensa son los intendentes del conurbano bonaerense con sus formidables militantes cautivos.
La lucha entre Federales y Unitarios que dividió a la Argentina, parece estar nuevamente instalada forzosamente por quien cree que tiene el poder de dividir, por un lado a quienes persiguen la prosperidad con la cultura del esfuerzo, y por otro a quienes aguardan pacientemente el subsidio eterno, con pérdida de la libertad individual, incluida.
Por estos tiempos, estratégicamente el problema ha sufrido una redirección a la casa política del país, es decir al Parlamento Nacional, donde justamente se debe “parlar”, dialogar respetuosamente y sin descalificar al que piensa distinto. Con esta acción, comenzó, a mi entender, un repliegue nacional y popular del ex presidente que, puede terminar con su pretensión hegemónica de poder.
Aquella guerra fraticida entre Federales y Unitarios, finalmente devino en una Constitución Nacional que tuvo y tiene el enorme beneficio de contemplar los intereses económicos, culturales, sociales y políticos de todas las provincias, permitiendo así la convivencia federal de la nación, muy a pesar de la última modificación originada por el “pacto de Olivos” que introdujo el síndrome de la re elección indefinida.
Lamentablemente los representantes (con algunas honrosas excepciones) del pueblo, permitieron el avance del poder ejecutivo sobre el poder legislativo en temas específicos que le son inherentes, como la discusión parlamentaria que requiere la promulgación de leyes que regirán la vida de quienes tenemos que obedecerlas y obviamente, cumplirlas.
Cuando el Estado implementa una fuerte presión tributaria, afecta nuestro crecimiento, es muy difícil disponer de tranquilidad mental para crear recursos legítimos. El cumplimiento de la devastadora recaudación fiscal, nos paraliza.
El protagonismo que han tomado los legisladores nacionales, los ha llevado a ilustrarse y ocuparse de conocer las diferentes realidades que soportan los productores agropecuarios. También quienes tienen una valiosa información, son los técnicos del INTA, que hasta ahora no conocemos su información acerca del tema en cuestión.
El campo argentino, a través de la historia pasada y contemporánea, ha demostrado que es uno de los más eficientes y rentables del mundo. Contrario a los de otras naciones en las que generalmente, los agricultores poseen las maquinarias necesarias para siembra y cosecha, con gran parte del tiempo ocioso y de gran valor económico inutilizable. En Argentina, muchos emprendimientos con cuadrillas de máquinas y obreros, se desplazan desde el norte hasta la pampa húmeda, sembrando y cosechando, temporariamente. Este sistema permite que los pequeños agricultores, eviten invertir en maquinarias luego no pueden pagar.
El sistema financiero no alienta a que los agropecuarios tomen créditos, dada la inestabilidad política que embarga al ejercicio de gobierno. Además, no es lo mismo engordar la hacienda en corrales (ejemplo de otras naciones) con granos que automáticamente elevan los precios en los mercados internacionales y con el consiguiente mayor valor de la carne que no permite la competencia si no es subsidiada. El ejemplo más reciente, es Brasil que con 50.000 millones de U$S, acaba de subsidiar al sector productivo.
La realidad internacional es que las naciones prolijas en sus cuentas públicas, intentan mejorar la calidad alimenticia de sus habitantes y, adquieren alimentos con mejor calidad proteica, es decir que aquellos que se alimentaban a arroz como elemento básico, ahora pretenden carne y ésta cada vez tiene mayor demanda, por lo tanto buscan precio, cantidad y calidad. Esto lo encuentran en Argentina; que ahora parece una Ferrari en boxes y nuestros competidores giran la pista a toda velocidad, entre los que se puede mencionar a Brasil y Uruguay.
La actual estrategia del matrimonio, referente a pasar “la pelota” al Congreso, parece una jugada capciosa, dado que si no sale la aprobación de la 125 con las retenciones pretendidas, habrá quiebre del FPV. Esto se puede interpretar de varias formas, pero una posibilidad es que se acaben las obras públicas en los distritos y otra es que se agrupen nuevamente bajo otra conducción que puede llamarse con nombres propios de ex presidentes que, indefectiblemente conducirá a que todo siga igual.
Cabe preguntarse si el “jaque perpetuo”, a que es sometida la Señora Presidenta por la disposición 125, le permitirá dedicarse a ejercer la gobernabilidad objetiva que debió hacer desde el primer día de asunción.
Estas líneas parecerán viejas, cuando finalice el mes de julio. La crisis política que soporta esta administración, sin duda afecta y afectará la evolución de la economía argentina.
El crecimiento de los países emergentes provocada por la enorme bonanza internacional con su demanda de alimentos, pese a gobernantes obtusos, ahora sumamos dos aspectos muy graves: Uno es la creciente deuda externa que crece más rápido que el PBI, según el INDEC con la publicación de datos oficiales y el segundo es que no existen precios para las exportaciones. La Bolsa de Cereales expresó a través de su presidente Ricardo Forbes que el mercado a término directamente NO FUNCIONA y eso quita volumen y previsibilidad al mercado. Los productores no saben a qué precio vender y los compradores ya nos sacan de sus pantallas (Clarín iEco 29de junio 2008), además la resolución 543 establece apenas 45 días entre la declaración de venta y el despacho. Esto es mucho más grave de lo que parece porque no sólo elimina la posibilidad de los contratos forward, sino que convierte a la Argentina en un mercado prácticamente spot, es decir, que sólo vende lo disponible. Si nosotros disponemos de apenas 45 días para vender, nos deja fuera del mapa del mercado agrícola del mundo. No hay ningún operador que compre productos primarios a ese plazo mínimo. Eso es fatal. No para la Bolsa de cereales, sino para el país.
Pasaron a la historia escándalos como los de Skancas, la bolsa con plata de la Ministra Micheli, los fondos de Santa Cruz, la independencia de poderes, los decretos de necesidad y urgencia, los superpoderes, etc, etc, etc.
Finalmente, el mundo globalizado marcha inexorablemente en busca de alimentos, salud, desarrollo, seguridad jurídica y prosperidad mientras nosotros tenemos en nuestro horizonte mediático a la símil línea Maginot y graciosamente con la Ferrari ganadora en boxes y habiendo apostado miles de billetes a ganador. Nosotros, para el mundo libre, es como haber sido favorecidos por un premio mayor y lo devolvemos….